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‘Luna roja’ no es una señal, dicen profesores bautistas


NASHVILLE (BP) — La predicción del televangelista John Hagee de que una serie de eclipses lunares “lunas rojas” señalan un “evento mundial estremecedor” es una mala interpretación de la Biblia, dijeron dos profesores bautistas.

La predicción de Hagee “ignora” un estilo común de escritura en la Biblia conocido como “literatura apocalíptica” que “frecuentemente contiene imaginería cósmica que no quiere decir que ha de ser tomada de manera literal, le dijo Ben Merkle, profesor asociado de Nuevo Testamento y griego en el Seminario Teológico Bautista Southeastern en Wake Forest, North Carolina, a Baptist Press.

Una rara secuencia de cuatro eclipses lunares completos consecutivos — conocidos como tétrada — comenzó el 15 de abril y concluirá en septiembre de 2015. No hubo tétradas entre 1600 y 1900, aunque ocurrirán varias en el siglo XXI. Un eclipse lunar completo es llamado “luna roja/sangrienta” porque la tierra impide que la luz del sol le dé directamente a la luna, lo que deja a la luna iluminada refractando la luz y le da un matiz rojo.

Hagee, fundador de la Iglesia Cornerstone en San Antonio, Texas, hizo uso de referencias bíblicas acerca de la luna que se vuelve sangre y dijo que la tétrada señala que se acerca un evento de importante significado cósmico. Esta tétrada es especialmente significativa, dijo, porque cada eclipse ocurrirá en un feriado judío: 15 de abril de 2014 (Pascua), 8 de octubre de 2014 (Fiesta de los Tabernáculos), 4 de abril de 2015 (Pascua) y 28 de septiembre de 2015 (Fiesta de los Tabernáculos). Tétradas anteriores coincidieron con la expulsión de los judíos de España en 1492, el establecimiento del Estado de Israel en 1948 y la Guerra de los Seis Días en 1967, dijo Hagee.

Los medios nacionales de comunicación reportaron la predicción de Hagee, incluyendo el USA Today, CNN, Houston Chronicle, New York Daily News y Christianity Today.

Hagee tiene historia de hacer declaraciones controversiales, como cuando sugirió que el huracán Katrina era una expresión de la ira de Dios hacia New Orleans. También se aferra a la “teología del doble pacto,” la creencia de que los judíos pueden ser salvos manteniendo la “Ley de Moisés” del Antiguo Testamento a diferencia de los gentiles, quienes deben confiar en Jesús como Señor y Salvador.

Hagee, de 73 años, dijo que se ha estado preparando por años para la tétrada y publicó un libro titulado “Lunas rojas: Algo está por cambiar.” El acompañamiento de un especial en línea y televisión fue programado para la noche del 15 de abril.

En un sermón difundido en YouTube, Hagee citó Joel 2, Hechos 2 y Marcos 13 — pasajes que hablan de que la luna “se oscurece” o se vuelve “sangre” — y dijo que los cristianos serían tontos si no vieran que la tétrada es una señal de Dios.

“Los cielos son las vallas publicitarias de Dios, y cuando algo grande va a suceder, él le da al planeta tierra una señal en el cielo,” dijo Hagee. “Es una señal de que algo significativo está por suceder. Pongan atención. La NASA ha dicho que esto viene. Dios ha dicho a través de Joel y San Pedro, “¡Escuchen! Cuando esto sucede es inusual.'”

Pero Merkle dijo que la imaginería cósmica comúnmente ocurre como una manera figurativa de describir la acción de Dios en la historia humana.

Isaías 13:10, por ejemplo, dice que las estrellas “dejarán de irradiar su luz,” el sol “se oscurecerá al salir” y la luna “no brillará más.” Pero el contexto deja en claro que la profecía fue cumplida en el siglo VI a. de C., cuando los babilonios se llevaron Judá al exilio, dijo Merkle. No se refería a un oscurecimiento literal del sol, la luna o las estrellas.

Merkle dijo que una interpretación similar se aplica a Hechos 2:20, un pasaje clave en la interpretación de Hagee de la tétrada. En ese versículo, Pedro cita al profeta Joel del Antiguo Testamento en el día de Pentecostés — incluyendo las palabras de Dios a Joel de que se volverá “la luna en sangre” — para describir la dádiva de Dios del Espíritu Santo a la iglesia.

“Pedro (y Lucas) no tuvieron dificultad en afirmar que la profecía dada a Joel fue cumplida en la venida del Espíritu” en Pentecostés, dijo Merkle. “Pedro específicamente declara que la venida del Espíritu en Pentecostés ‘es lo que anunció el profeta Joel’ (Hechos 2:16 NVI).

“Pedro pudo haber omitido las referencias al sol y la luna terminando la cita de Joel antes. Pero él específicamente las incluye como lo que había sido cumplido. Pedro sabía que tal lenguaje cósmico no debía ser interpretado literalmente. Más bien, sabía que tal lenguaje significaba que Dios soberanamente interviene en la historia y hace algo milagrosamente. Sabía que esto marcaba un evento clave en la historia de la redención. Era una señal de que ellos estaban viviendo en el fin de los tiempos.”

Decir que Hechos 2 anima a los creyentes a estar alerta todo el tiempo a que la luna literalmente tome un matiz rojo representa un mal entendimiento de la Escritura, dijo Merkle.

“Hagee tiene una historia de publicar una enseñanza que luego es retractada y su interpretación de las cuatro lunas rojas puede caer en esa categoría,” dijo.

Bruce Gordon, profesor asociado de historia y filosofía de la ciencia, en la Universidad Bautista de Houston, estuvo de acuerdo. Aparte de la estrella que Dios puso sobre el lugar del nacimiento de Jesús en Belén, “todo el negocio de discernir las ‘señales en los cielos’ relacionadas a los asuntos humanos cae ya sea en la astrología o en la especulación sin sentido acerca de las profecías escatológicas en las Escrituras,” dijo en comentarios escritos a BP.

“Si usted quiere una predicción acerca del futuro, predigo que lo que dice Hagee convergerá con el destino embarazoso de los pronunciamientos escatológicos de Harold Camping o que él intentará salvarlo reclamando su asociación con algún evento histórico coincidente que puede presentar como suficiente significativo para evitar ser humillado. Creo que mi predicción tiene una mayor oportunidad de ser correcta que la de John Hagee,” dijo Gordon, quien también es miembro antiguo del Instituto Discovery, equipo de pensamiento con sede en Seattle que se enfoca en ciencia y política pública.

Los cristianos “no deben asignar ningún significado teológico a los eclipses lunares (u otros fenómenos astronómicos similarmente predecibles) más allá de la mano general de la divina providencia que es evidente en las regularidades naturales de nuestro universo,” dijo Gordon.

Los cristianos deben recordar sin embargo que Jesús irrumpirá en la historia en su segunda venida, un evento con mucho más significancia que un eclipse lunar, dijo Gordon.

“Por supuesto, Cristo regresará algún día y la creación será hecha nueva,” dijo. “Sin embargo, el curso sabio de la acción es no especular acerca de las diferentes ‘señales de los tiempos,’ sino más bien mantener su casa espiritual en orden y darle un fuerte énfasis al pronunciamiento de Jesús que ‘en cuanto al día y la hora, nadie lo sabe, ni siquiera los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino solo el Padre’ (Mateo 24:36).”
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David Roach es jefe corresponsal nacional de Baptist Press .

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  • Por David Roach