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MISIONEROS DE SEMANA DE ORACIÓN 2008: Jon y Mindy Jamison


NOTA DEL EDITOR: Ésta es la cuarta de ocho historias enfocadas en los misioneros de la Junta de Misiones Norteamericana (NAMB, por sus siglas en inglés) como parte de la Semana de Oración 2008 y la Ofrenda de Resurrección Annie Armstrong de la Junta de Misiones Norteamericana. La meta para la ofrenda Annie Armstrong 2008 es de $61 millones para apoyar a los más de 5,000 misioneros norteamericanos.

DES MOINES, Iowa (BP)–En la esquina de un menesteroso barrio del centro se encuentra un pequeño y modesto edificio. Quizá no sea evidente para los transeúntes, pero este edificio es un faro. Iluminando con la luz del amor a una comunidad donde la tasa de pobreza es del treinta por ciento, donde las pandillas dominan las calles y donde casi todas las familias han sido alcanzadas por el crimen, este lugar es un faro de esperanza que atrae a las almas perdidas y maltratadas a un refugio seguro en los brazos del Salvador.

Este faro es el Centro Bautista de Amistad de Des Moines, Iowa. Y los portadores de la luz son los misioneros norteamericanos y co-directores del centro: Jon y Mindy Jamison.

Los Jamison han servido en el Centro de Amistad durante nueve años, pero han amado el ministerio de los barrios pobres del centro desde hace mucho más tiempo. Dios llamó a Mindy a este ministerio cuando ella era adolescente y la iglesia de su comunidad tomó parte en proyectos misioneros en los barrios pobres del centro de la ciudad. A Jon lo llamó cuando trabajaba hombro con hombro con Mindy en viajes misioneros de la universidad a los barrios pobres del centro de Atlanta y Nashville. Jon y Mindy se enamoraron primero del Señor, luego de las misiones y enseguida uno del otro, y han dado su corazón a la comunidad que rodea al Centro de Amistad en Des Moines.

Los barrios céntricos pobres de Des Moines son una comunidad de familias desintegradas donde la gente lucha por tener algo qué comer y qué vestir. Con frecuencia no hay nadie que se ocupe de los niños, así que los jóvenes buscan las pandillas para llenar sus necesidades. “La gente une a las pandillas para tener una familia”, dice Jon. “Las pandillas ofrecen protección y la oportunidad de ejercer el poder dentro de la comunidad. Sin la presencia de otros miembros de la pandilla, sienten que practicamente cualquiera puede atacarlos”.

La meta del Centro de Amistad es hacer una diferencia en las vidas y corazones de la gente que vive en la comunidad. Este centro ha tenido una increíble influencia en Juan, un estudiante de segundo año de preparatoria que creció yendo allí y eligió seguir a Cristo cuando estaba en cuarto año de primaria. Juan pudo evitar las pandillas aunque varios de sus hermanos están muy involucrados en ese estilo de vida. Hoy está en camino de convertirse en el primer miembro de la familia en graduarse de la preparatoria.

“Queremos que sepan que hay un Salvador que los ama, los acepta y quiere utilizar sus vidas en forma positiva”, dice Mindy. “Nos esforzamos cada día para cubrir las necesidades físicas y poder ganarnos el derecho a ser escuchados al hablar sobre necesidades espirituales”.

Jon y Mindy oran por el día en que, por medio del poder de Cristo, la gente de su comunidad pueda liberarse del ciclo de pobreza que la tiene atrapada. El Centro de Amistad ofrece una gran variedad de programas para ayudar a conseguir esta meta, incluyendo uno para niños que se lleva a cabo después de la escuela, otro para jóvenes donde los adolescentes aprenden a cocinar comida nutritiva y tienen estudios bíblicos. También ofrecen ropa, ministerio de alimentos, clases de inglés, estudios bíblicos, clases para obtener el diploma de bachillerato (GED) y campamentos de verano.

A través de los años, Jon y Mindy han cultivado relaciones profundas con la gente de los barrios céntricos pobres de Des Moines. Han estado allí en las buenas y en las malas, simplemente acompañando y amando a sus vecinos para llevarlos a una relación con el Salvador. “Creo que muchos de ellos nos incluirían como parte de su familia y nosotros haríamos lo mismo”, dice Jon. “Hemos descubierto que las relaciones son la forma en que vamos a presentar a Cristo en esta comunidad”.

MISIÓN: Ver a la gente de los barrios pobres del centro de Des Moines, Iowa, liberarse de una cultura de crimen y pobreza a través del poder de una creciente relación con Jesucristo.

PETICIONES DE ORACIÓN: Ore para que los corazones sean receptivos al amor de Dios, por la seguridad de los jóvenes que están rodeados de pandillas y para que los actuales voluntarios inviertan generosamente en la vida de un niño, joven o adulto.
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