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ERLC anima la colaboración iglesia-cívica en el rastreo de contactos de COVID-19


WASHINGTON (BP) — Las iglesias deben colaborar con los funcionarios del gobierno para luchar contra la propagación del coronavirus (COVID-19) mientras reciben protecciones de la Primera Enmienda cuando cooperan, dijo la Comisión de Libertades Religiosas y Ética (ERLC) de los bautistas del sur en una nueva declaración.

La ERLC emitió un documento el 10 de julio que provee dirección a las iglesias y a los líderes civiles en relación con el esfuerzo de proteger la salud pública, particularmente mediante el proceso conocido como rastreo de contactos. En el procedimiento, trabajadores entrenados contactan a las personas que puedan haber estado expuestas al COVID-19 de manera que aquellos individuos potencialmente infectados puedan aislarse de otros y por lo tanto prevenir la propagación del virus.
La “Declaración de Principios de la Asociación Iglesia-Cívica sobre Rastreo de Contactos” de la ERLC fue divulgada cuando los casos de COVID-19 están aumentando en muchos estados después de períodos de declinación. Hasta el lunes (13 de julio), 135,400 muertes por COVID-19 y más de 3.33 millones de casos confirmados han sido reportados en los Estados Unidos, de acuerdo con la Universidad Johns Hopkins.
La mayoría de las iglesias y otras instituciones religiosas han regresado a los cultos corporativos en persona luego de cumplir con las restricciones del gobierno que prevenían tales reuniones durante las primeras varias semanas de la pandemia. El regreso a las reuniones en persona ofrece el potencial de exposición a personas con el virus aun cuando las iglesias implementen medidas como el distanciamiento social y el uso de mascarillas o tapabocas.
“El rastreo de contactos podría ser el nuevo punto de tensión entre los líderes de las iglesias y los líderes cívicos, pero no tiene que ser así,” dijo Brent Leatherwood, coautor de la declaración y jefe de personal de la ERLC. “Pensamos que era más importante proveer una estructura para que los líderes en ambas esferas consideren cómo podría hacerse de una manera que respete los roles y las funciones que la iglesia y el estado juegan en servir a sus comunidades durante esta crisis.”
Travis Wussow, coautor y vicepresidente de política pública de la ERLC, dijo: “Les hemos consistentemente pedido a los pastores y a los gobernadores, líderes de iglesia y líderes cívicos, que se vean a sí mismos como socios iguales en el enfrentamiento de esta pandemia. Esta declaración de principios presenta un útil rol en el rastreo de contactos y demuestra que reunirse en este momento es una responsabilidad compartida entre la iglesia y el estado.”
La ERLC le envió la declaración el 10 de julio al jefe de personal para cada gobernador estatal y cada convención estatal bautista.
Actuar como socios con el gobierno para combatir el virus es un medio para que las iglesias sigan las directivas bíblicas de buscar el bienestar de sus ciudades y para practicar el amor por el prójimo, de acuerdo con la declaración de la ERLC. Los líderes eclesiásticos y cívicos tienen “roles complementarios y únicos” en el combate contra el COVID-19, y los pastores deben iniciar relaciones con los funcionarios locales para fomentar la comunicación y compartir la información, dijo la ERLC.
En la declaración, Leatherwood y Wussow incluyeron estas recomendaciones para ser consideradas cuando las iglesias y los gobiernos municipales busquen trabajar juntos:
— Los líderes cívicos deben ver las iglesias como “instituciones esenciales y socias útiles.” Ellos deben proveer recomendaciones con base en la más reciente información médica, “no como directrices que puedan ir en contra de las libertades de la Primera Enmienda o que puedan crear la impresión de que la iglesia es una extensión o una subordinada del estado.”
— Los funcionarios del gobierno deben respetar la libertad religiosa y la libertad de asociarse y congregarse a todo tiempo. Ellos “no deben crear registros personales que individualmente identifiquen la iglesia o la afiliación religiosa de los individuos.”
— La comunicación abierta entre las iglesias y los funcionarios gubernamentales es vital. Las autoridades deben buscar comunicarse con los líderes de iglesia si el rastreo de contactos muestra que la transmisión del virus tuvo lugar durante una reunión de culto. Los funcionarios de salud pública necesitan actuar de una manera que respete la libertad religiosa de los creyentes.
— Las iglesias deben cumplir con su responsabilidad de detener la expansión del COVID-19 siguiendo las directrices de salud pública para las reuniones de la iglesia. También deben instituir prácticas de comunicación efectiva en caso de posible exposición durante las reuniones de la iglesia.
— Los líderes cívicos deben tratar las reuniones de culto equitativamente a otras reuniones de “tamaño y actividad similar.” El rastreo de contactos que les da excepciones a ciertos negocios o actividades, pero no a las iglesias debería ser un ejemplo “de tratar las casas de culto desigualmente a otras entidades situadas similarmente.”
— Las autoridades gubernamentales deben ser cuidadosas al divulgar información acerca del contacto con el virus protegiendo la libertad religiosa y los derechos de la privacidad de la información de cada uno en el proceso.
El documento es el último de una serie de esfuerzos de la ERLC para ayudar a las iglesias a continuar ministrando durante la pandemia mientras protegen su libertad religiosa.
La declaración está disponible en erlc.com/resource-library/articles/statement-of-principles-of-church-civic-partnership-on-contact-tracing/. Leatherwood y Wussow discutirán la declaración en el próximo podcast Capitol Conversations, el cual será publicado en erlc.com.

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  • Por Tom Strode