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FLOYD: Nueve sugerencias prácticas que pueden ayudarlos a financiar el presupuesto de su iglesia en estos tiempos de incertidumbre


NOTA DEL EDITOR: Ronnie Floyd es el presidente y director ejecutivo del Comité Ejecutivo de la Convención Bautista del Sur.

NASHVILLE (BP) — El futuro ante nosotros es altamente incierto. Lo que hace pocos días parecía un año excepcional financieramente para su iglesia, puede verlo ahora con sus ojos de pastor, amenazador de muchas maneras.

Como pastor de una iglesia local, necesita la sabiduría de Dios en cada decisión que haga en relación a las finanzas de su iglesia. Enfrentar la posibilidad de no poder reunirse en persona en los cultos corporativos de adoración inclusive hace estos retos más difíciles. Por lo tanto, ¿cómo puede ver el presupuesto de la iglesia financiado y sostenido en estos tiempos de incertidumbre?

Considere estas nueve sugerencias prácticas:

1. Focalice su iglesia en la Gran Comisión de Jesucristo. Presentarle el Evangelio de Jesucristo a cada persona en el mundo y hacer discípulos de todas las naciones es una misión crítica. Maximizarle la Gran Comisión a su gente moverá sus corazones hacia la generosidad.

2. Los dólares generalmente siguen una visión. Entre su visión esté más orientada hacia la Gran Comisión, y sea clara para que su gente la vea, más la gente será movida a apoyarla financieramente.

3. Enseñe, predique, e invite a su gente a seguir los principios bíblicos de la mayordomía. La incertidumbre económica no aminora la necesidad de que ellos honren a Dios con por lo menos el 10 por ciento de todo lo que Dios les ha confiado. De hecho, la práctica más segura que pueden tener para su futuro financiero es honrar a Dios de esta manera. Recíprocamente, ignorar y desobedecer lo que Dios dice en su Palabra sobre la mayordomía bíblica pondrá en peligro ese futuro. Seguir adelante con Dios y sus maneras es siempre mejor y más seguro.

4. Entre más el ofrendar sea en línea, menos retos va a enfrentar en estos tiempos. Por lo tanto, mueva a tanta gente como pueda a ofrendar en línea de la manera más acertadan — mediante el dar repetitivo el cual transfiere semanalmente desde la cuenta personal del banco a la cuenta financiera de la iglesia. Esto evita cualquier cobro de cualquier clase.

5. Nunca asuma que toda su gente opera en el mundo en línea, especialmente cuando se trata de asuntos de dinero. No dude en enviar correos electrónicos a los miembros pidiéndoles que sean fieles en dar e inclusive supliéndoles sobres para que les sea fácil dar la ofrenda. Adicionalmente, pídales que envíen por correo las ofrendas semanalmente cuando no haya servicios en persona o cuando no asistan. Anime a la gente a practicar la mayordomía bíblica.

6. Reúna a su liderazgo en persona o en una llamada de conferencia para compartir las necesidades financieras de la iglesia. Pídales sus opiniones de cómo mantener de la mejor manera el fondo necesario del presupuesto de la iglesia, y la mejor manera en que se puede concientizar a los miembros de la iglesia sobre las necesidades. La gente no quiere que su iglesia fracase. Si el trabajo de la iglesia es importante — y es más crítico en tiempos como este — entonces no necesita disculparse por esto, sino involucrar a la gente con usted para poder avanzar hacia el futuro de la manera más positiva y poderosa para el Evangelio.

7. Guíe a su iglesia con una perspectiva positiva hacia el futuro. Dios está actuando. Si hay asuntos que cambiar en su iglesia debido a estos cambios, entonces use esto para afinar su enfoque aún más hacia la Gran Comisión. Suprima los asuntos que son innecesarios y abrace el futuro de la manera más positiva.

8. Cuando su gente está junta en reuniones de adoración, inclusive si es en línea durante un corto tiempo, siempre conecte la ofrenda con la visión y cuente la historia de lo que Dios está haciendo o puede querer hacer en y a través de su iglesia. La mayordomía bíblica no solamente es algo que usted necesita enseñar en una serie cada año, sino algo para modelar semanalmente en la manera en que usted hace el llamado a ofrendar. No se pierda esta oportunidad semanal. Siempre lleve adelante su visión de la Gran Comisión.

9. Ore personalmente por las finanzas de la iglesia. Ore por esto con el liderazgo de la iglesia y con toda la iglesia. Si usted no puede hablar con Dios sobre las necesidades, ¿con quién puede hablar? Ore por su gente y sus situaciones financieras personales que Dios provea para ellos de todas las maneras. La oración es importante. Nunca dude hablar con Dios acerca del presente y el futuro financiero de la iglesia.

Considere estas cosas mientras analiza su futuro financiero como iglesia en estos tiempos de incertidumbre.

Ahora es el tiempo de liderar.
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