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‘Loco’ o llamado?: La muerte del misionero es debatida


ANDAMAN ISLANDS, India (BP) — El último reporte de avistamiento del misionero estadounidense John Allen Chau fue el 17 de noviembre. Pescadores en la costa de North Sentinel en la India divisaron lo que ellos pensaron que era un cuerpo sin vida que era arrastrado por la playa y enterrado por miembros de la tribu Sentinelese.

Los sentineleses son una etnia aislada conocida por lanzar lluvias de flechas a los desconocidos que visitan su isla en la bahía de Bengala. Aunque él sabía del peligro, Chou, 26 años, fue como misionero donde los sentineleses debido a que ellos están reportados como una de las supuestamente 400 a 600 etnias no alcanzadas ni evangelizadas del mundo (UUPGs) que no tienen contacto con el mundo exterior. En total, aproximadamente 3,200 de las 11,576 etnias del mundo están definidas como UUPGs.

“Ustedes piensan que estoy loco por todo esto, pero yo creo que vale la pena declararle a Jesús a esta gente,” escribió Chau en su última nota a su familia, de acuerdo a reportes de los medios.

La muerte aparente de Chau ha atraído reportes en los principales medios de comunicación en todo el mundo y ha suscitado discusión entre los evangélicos. Aunque ha habido casi un acuerdo universal entre los creyentes acerca del heroísmo del esfuerzo de Chau para alcanzar a los sentineleses con el Evangelio, los estrategas en misiones continúan discutiendo la sabiduría de sus métodos.

¿Fue el desembarque de Chau en la isla North Sentinel vía kayak y el posterior anuncio del amor de Dios a los sentineleses “la mejor estrategia?” preguntó Keith Eitel, decano de la Escuela de Evangelismo y Misiones Roy Fishen del Seminario Teológico Bautista Southwestern. “No lo sabemos.” Lo que todavía hay que ver “es el impacto inspirador de tal martirio,” dijo, y mencionó el impacto del martirio de 1956 en Ecuador del misionero Jim Elliot y cuatro de sus colegas cuando trataban de alcanzar a una UUPG no contactada.

La noche del 14 de noviembre, Chau, quien servía con la organización misionera Todas las Naciones, le pagó a un grupo de pescadores para que lo llevaran a North Sentinel, de acuerdo a reportes de los medios. Durante dos días usó un kayak para viajar 600 metros desde el bote hasta la costa y hacer un contacto preliminar con los sentineleses. En un determinado momento, un niño supuestamente le disparó una flecha que perforó su Biblia a prueba de agua. Chau aparentemente les ofreció a los sentineleses pescado y otros pequeños regalos antes de que lo mataran.

De acuerdo con el sitio web de la misión JoshuaProject.net, los sentineleses son “personas altas y morenas que cazan, cosechan y pescan” y están “completamente aisladas del resto del mundo.” Intentos del gobierno indio de hacer contacto pacífico fueron recibidos “con flechas y piedras,” así que “el gobierno indio ahora los deja solos y no está permitido entrar a la isla North Sentinel” PeopleGroups.org, otro sitio web de misiones, reporta que los sentineleses practican “religiones étnicas” y no el hinduismo o el islamismo como muchos otros indios.

En línea estima que el número de sentineleses va de 40 a 500.

R. Albert Mohler Jr., presidente del Seminario Teológico Bautista Southern, dedicó la mayoría de su podcast The Briefing a la muerte de Chau hoy (26 de noviembre). “Es importante para los cristianos entender que siempre es correcto y nunca incorrecto compartir el Evangelio con alguien,” dijo Mohler, “aunque se crea o no que ellos sean parte de una etnia alcanzada o no alcanzada. Pero la metodología es importante aquí.”

“Para poner el asunto bruscamente,” dijo Mohler, el método evangelizador de Chau “no es la manera en la que la mayoría de las organizaciones misioneras modernas buscarían alcanzar esta clase de grupo. Esto no significa que ellos no demostrarían la misma clase de valor. No significa que los misioneros inclusive hoy no sirven bajo la amenaza del martirio y frecuentemente enfrentan la realidad del martirio.”

Eitel le dijo a Baptist Press que la mejor manera de llegar a una UUPG no contactada es primero reunir tanta información sobre ellos como sea posible. Luego buscar a alguien con un vínculo cultural con esa etnia y permitirle presentar al misionero.

“¿Podría haber alguien de esta gente” viviendo fuera de la aislada comunidad étnica “que pudiera ser alcanzado y luego pudiera realmente volver sin peligro” para “abrir la puerta” a los misioneros “que van detrás de ellos?” Preguntó Eitel. Si no, quizá alguien de una etnia con un “parentesco cultural” con la UUPG no contactada podría ayudar.

Un bautista del sur investigador en misiones en Asia del Sur le dijo a BP que la mejor estrategia para alcanzar UUPGs no contactadas generalmente es trabajar con socios locales y encontrar gente con algunas similitudes culturales a la etnia no contactada para hacer el contacto inicial. En algunos casos, dijo, el acceso puede obtenerse ofreciendo llenar una necesidad de la gente.

Artículos publicados en el sitio web de la Junta de Misiones Internacionales (IMB) explican que el personal de IMB usa una estrategia de seis partes para completar la asignación misionera con varias etnias alrededor del mundo: “entrada,” “evangelismo,” “hacer discípulos,” “formación de iglesias,” “desarrollo de liderazgo” y “salida y colaboración.”

“Las iglesias, con sus diversas membresías, están singularmente equipadas para tener un papel vital usando su creatividad para ayudar a los misioneros a entrar y establecer una presencia creíble entre un pueblo dado,” escribió en un artículo el miembro del equipo de movilización de IMB, D. Ray Davis. “Profesionales de negocios o de medicina tienen facultades para ofrecer, que abren puertas y edifican puentes relacionales. Los dueños de negocios pueden crear oportunidades de entrada proveyendo empleos. Los doctores y las enfermeras pueden obtener acceso durante misiones a largo plazo o proyectos a corto plazo llenando necesidades humanas.”

A pesar de la necesidad de métodos efectivos de entrada a una etnia, dijo Eitel, algunas veces un misionero puede ser llamado a intentar campañas evangelizadoras audaces que ponen en peligro su vida.

“Si usted no puede contactar a nadie” en el grupo al que está tratando de alcanzar, dijo Eitel, “entonces trate de solamente aventurarse en lo que sabe sin sombra de duda, incluso si eso le cuesta la vida, que esto es lo que Dios quiere que usted haga.”

Si Dios llamó a Chau a hacer tal sacrificio, dijo Eitel, su muerte puede inspirar a otros misioneros a alcanzar a los sentineleses y a otras UUPGs no contactadas en los años por venir.

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  • Por David Roach