fbpx
Articulos en Español

‘Segundas oportunidades’ para los prisioneros que reincidan


WASHINGTON (BP) — Una amplia y diversa coalición que incluye a la entidad de ética de la Convención Bautista del Sur está empujando reformas en el sistema judicial estadounidense para instar la rehabilitación y la reincorporación a la sociedad de los prisioneros.

Prison Fellowship, el reconocido ministerio cristiano para los prisioneros y sus familias ha encabezado el esfuerzo desde abril a través de su iniciativa el Mes de la Segunda Oportunidad. El presidente Trump emitió una proclamación declarando el mes de abril como el Mes de la Segunda Oportunidad, y el Senado de los Estados Unidos aprobó una resolución con el mismo objetivo.

El esfuerzo liderado por Prison Fellowship — contando con el apoyo de la Comisión de Ética y Libertad Religiosa (ERLC), y más de 150 aliados — busca la reforma de las políticas y los programas para ayudar a los prisioneros a ser rehabilitados, restaurados y preparados para regresar a la sociedad, a la vez que se garantice la seguridad pública. Muchos de los aliados no son religiosos, aunque muchos están motivados por una visión de mundo cristiana.

“No cabe duda de que el crimen es un asunto moral,” dijo Russell Moore, presidente de la CELR, a Baptist Press en unos comentarios por escrito. “Nuestra respuesta ante el crimen, sin embargo, también es un asunto no menos moral.

“Es precisamente porque la iglesia se preocupa por la justicia que los seguidores de Jesús deben trabajar en pos de un sistema criminal de justicia que cumpla con nuestro estándar, con la meta de restaurar y rehabilitar,” dijo.

Los defensores de la reforma del sistema judicial señalan las estadísticas que dicen demostrar la necesidad de un cambio en lo que se describe como el país con el mayor número de personas encarceladas. Según Prison Fellowship:

–Cerca de 65 millones de estadounidenses, o un cuarto de la población adulta, cuentan con un registro criminal.

–2.2 millones de hombres y mujeres están encarcelados en los Estados Unidos.

–Casi 700,000 prisioneros regresan a sus comunidades cada año.

–Dos tercios de los prisioneros que son puestos en libertad vuelven a ser arrestados.

–2.7 millones de niños tienen a uno de sus padres en una cárcel.

–Más de 48,000 barreras legales confrontan a los exprisioneros que desean una “segunda oportunidad.”

“Así que, en cuanto al crimen, es algo inteligente que nosotros implementemos un acercamiento restaurador en la justicia criminal con un ojo hacia [la gente] que regresa a nuestras comunidades, quienes sean más saludables y más productivos que antes de ir a la cárcel,” dijo James Ackerman, presidente de Prison Fellowship, el 19 de marzo en un foro reunido en el Museo de la Biblia en Washington.

Los prisioneros necesitan una “segunda oportunidad” para tener un propósito y un plan de Dios para sus vidas, dijo.

Mark Holden, vicepresidente y consejero general de Koch Industries, dijo ante la audiencia durante el panel de discusión del foro, “en el mundo ideal, nuestro sistema de justicia debería enfocarse menos en el castigo y la incapacitación y mucho más en la reformación, rehabilitación y redención. Nuestro sistema de justicia criminal, desafortunadamente, ha fracasado al proveer oportunidades para la redención para muchos de quienes han pagado toda su deuda a la sociedad y anhelan y se han ganado y se merecen una segunda oportunidad.”

El representante Tony Cárdenas (demócrata-California), dijo durante la discusión, “[N]osotros hemos empujado el péndulo demasiado lejos, asumiendo que la gente no merece segundas oportunidades.

“En este país, se ha puesto muy, muy baja la barra de lo que es correcto o incorrecto en cuando a si seremos un país que restaura o si vamos a ser uno que castiga,” dijo.

Mucha de la discusión en el panel se enfocó en las sentencias y barreras proporcionales que previenen que los exprisioneros florezcan en sus comunidades.

El representante Trey Gowdy (republicano-Carolina del Sur), cuestionó la eficacia de las sentencias largas por ofensas económicas y las relacionadas con drogas.

“¿De verdad creemos que hay una correlación entre la duración del encarcelamiento y el cambio en su comportamiento?,” preguntó Gowdy durante la discusión. “Lo que haces con crímenes económicos y no violentos, entre más tiempo encarcelas a alguien se garantiza aún más que no van a tener éxito en regresar a la sociedad. No sé qué se supone que aprenderás en 20 años en la prisión por un crimen de drogas que no pudiste aprender al segundo año.

“¿Por qué dar una segunda oportunidad si nadie olvida ni perdona la acción original? Así que tienes que ver las segundas oportunidades dentro del contexto de lo que es una consecuencia proporcional para el acto cometido,” dijo.

Jerry Blassingame, pastor líder de Soteria Christian Fellowship en Greenville, C.S., dijo ante la audiencia que “todavía no hay igualdad de condiciones para mi” casi 20 años después de haber servido una sentencia por un crimen de drogas. Blassingame se convirtió a Cristo mientras estaba en la cárcel de Greenville, y comenzó una organización sin fines de lucro al salir de la prisión, en ella incluye un “robusto programa de mentoría” y ha comenzado una cadena de negocios que ayudan a los exprisioneros.
“[M]e encantaría que los Estados Unidos vean que la gente que ha cumplido su sentencia no debe vivir como si tuviera una cadena perpetua,” dijo.

Los panelistas de las sesiones intermedias durante la conferencia MLK50, realizada el 3 y 4 de abril en Memphis también lanzaron un llamado de reforma judicial. La CELR y The Gospel Coalition copatrocinaron la conferencia que rindió homenaje al fallecido Martin Luther King Jr.

James Kirkwood, un pastor de Memphis y oficial de la policía por largos años, dijo que la iglesia debe pedir una reforma, pero no está hablando con una voz unificada en este asunto.

“Una reforma de la justicia criminal es muy necesaria en los Estados Unidos,” dijo. “[L]a reforma debe lograrse.”

Julie Warren, directora estatal de Tennessee y Kentucky para la organización conservadora Right on Crime, dijo en una sesión intermedia, “Necesitamos comenzar a hablar de la restauración, porque es ahí donde se sanan realmente las comunidades y la seguridad pública.”

Brent Leatherwood, el director de alianzas estratégicas en la CELR, dijo sobre trabajo de su entidad en cuanto a este asunto que “Mientras la CELR se involucra en todos los aspectos de la dignidad humana, los asuntos se la reforma judicial forman una gran parte de esto. Fue algo natural para [la CELR y Prison Fellowship] unirse para ayudar a llamar más la atención hacia los esfuerzos de la reforma, los cuales están teniendo lugar en el Congreso y en las capitales estatales por todo el país.”

En su alianza de colaboración con Prison Fellowship, la CELR ha participado en reuniones con legisladores estatales, ayudado a identificar a personas que funcionen como partidarios de Prison Fellowship a nivel nacional, invitado a sus empleados a que provean análisis expertos en paneles patrocinados por la CELR y en los próximos meses ha ayudado a involucrarse con algunas convenciones bautistas estatales, dijo Leatherwood.

Entre los colaboradores que apoyan la iniciativa de Una Segunda Oportunidad propuesta por Prison Fellowship figuran: la Asociación Nacional de Evangélicos, ACLU, Christian Legal Society, National Hispanic Leadership Conference, The American Conservative Union, y el Center for the American Progress.

Prison Fellowship y otros partidarios de la reforma judicial expresaron su desilusión el 25 de abril cuando el Comité Judicial de la Cámara de Representantes pospuso la votación sobre la Ley de la Reforma y Redención en la Prisión, (H.R. 3356), la cual está diseñada para recompensar a los prisioneros que completen un programa para reducir la reincidencia. Puede ser que el comité someta a votación esta legislación durante la semana del 7 al 11 de mayo.

Prison Fellowship, fundada por el fallecido Charles Colson, es la mayor organización cristiana sin fines de lucro que sirve a los prisioneros, exprisioneros y a sus familias. También es una de las líderes en la defensa de la reforma de la justicia criminal.

    About the Author

  • Por Tom Strode