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LA PASCUA: ‘¡Sin temor a la muerte!’


MEMPHIS, Tenn. (BP) — Mientras caminaba por el hospital, eché un vistazo a la tarjeta de visitación a nombre de quien solicitó que le visitara. Estaba muriendo de cáncer y quería que fuera y orara con él. Me sentí honrado con su petición.

Cuando llegué a su cuarto en el hospital, me sorprendió su apariencia. Su cuerpo estaba muy delgado. Su piel oscurecida. Sus dientes se quebraron. Todo esto fue el resultado de innumerables tratamientos de quimioterapia. Y a pesar de todo lo que pudieron hacer los doctores, Jim estaba muriéndose.

Estaba al pie del umbral de la eternidad. Sabía que iría al cielo, pero tenía miedo. Dijo, “Pastor, yo sé que soy salvo. Yo sé que cuando muera iré al cielo. Pero tengo miedo. Nunca he experimentado la muerte antes. Tengo miedo de cómo será la muerte, ¿puede ayudarme?”
Hablamos de lo que pasa cuando muere un cristiano. Hablamos de como el espíritu y el alma dejarían su cuerpo en poco tiempo e irían directamente a la presencia de Dios en el cielo. Entonces, el Señor me dio un pensamiento que tenía que compartir con Jim. Nunca me había pensado en eso antes.
Le dije, “Jim, cuando yo era joven, me daba miedo la oscuridad, especialmente cualquier área oscura en nuestra casa. Recuerdo que un día regresaba a la casa en la noche con mi familia. Mi padre sabía que me daba miedo la oscuridad. Así que, cada vez que regresábamos a casa, mi papá abría la puerta, entraba a la casa y encendía la luz. Entonces se daba la vuelta y me decía, ‘Pasa, Steve, todo está bien.’ Recuerdo caminar a la cocina de nuestra casa con una paz total sabiendo que podía confiar en el cuidado de mi padre. No tenía nada que temer.”
Entonces le dije, “Jim, cuando Jesús vino a la tierra, vivió una vida sin pecado para poder morir por nuestros pecados. Dio su vida como un sacrificio vicario por los hijos de Dios y entonces fue enterrado. Pero unos días después, Jesús salió de la tumba con las llaves de la muerte, del infierno y de la tumba en sus manos. Jesús abrió la puerta de la eternidad, fue la tumba y encendió las luces para ti. Ahora te dice, ‘Jim, pasa, todo está bien.'”
En este momento ambos estábamos llorando. De hecho, estoy esforzándome para no llorar mientras escribo este artículo. Jim dijo, “Pastor, ¡ya entendí! ¡Puedo ver que Jesús está abriendo la puerta para que entre! Me dice, ‘Pasa, Jim, todo está bien. ¡Jesús es la Luz del mundo! ¡Encendió la luz en mi tumba! ¡Puedo morir sin tener miedo! Gracias por ayudarme, pastor.”
Oramos y me fui. Unos días después, Jim pasó de esta vida a la vida eterna. Y Jesús estaba ahí, esperándolo, con la luz encendida.
Todo esto es posible gracias a Jesús murió y resucitó de la tumba en cuerpo, victoriosa y eternamente.
El apóstol Pablo dijo que un día todo cristiano morirá. Cada uno de nosotros dejará su cuerpo terrenal y nuestro espíritu y alma entrarán en la eternidad. Lo perecedero se vestirá de imperecedero. Lo mortal se vestirá de lo inmortal. ¡Y en ese momento ya no temeremos la muerte porque Jesús la ha conquistado! ¡La muerte será sorbida en Su victoria!
Tal como lo escribió Pablo en 1ª de Corintios 15:53-57: “Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley. Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.” (RV1960).
Jesús removió el aguijón de la muerte cuando caminó a la tumba y derrotó su poder. Encendió la luz y nos dijo, “¡Todo está bien! ¡Pasen!”
Por eso me encanta la Pascua. Grita a todo pulmón que gracias a la sangrienta cruz y la tumba vacía podemos tener esa canción que dice: “¡Sin culpa en vida! ¡Sin temor a la muerte!”
Que Dios bendiga a cada uno de los bautistas del sur y a cada una de las iglesias bautistas este Domingo de Resurrección. ¡Digámosle al mundo que Jesús está vivo, y que todo temor se ha ido!

    About the Author

  • Por Steve Gaines

    Steve Gaines es el presidente de la Convención Bautista del Sur y pastor de Bellevue Baptist Church en Memphis, Tenn.

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