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Alerta de misil en Hawaii estimuló a testimoniar y a despedirse de la familia


HONOLULU (BP) — Orar, compartir el evangelio y contactar a los seres amados estuvieron entre las reacciones de los bautistas de Hawaii cuando un mensaje equivocado de alerta el 13 de enero dijo que un misil balístico podría caer en pocos minutos.

Poco después de las 8 a.m. hora local, la Agencia de Administración y Emergencia de Hawaii envió una alerta a los teléfonos celulares en la isla que decía: “Amenaza de misil balístico que se acerca a Hawaii. Busquen albergue inmediatamente. Este no es un ejercicio.” Un spot de televisión añadió: “Un misil puede impactar la tierra o el mar en pocos minutos.”
Las autoridades del gobierno estatal revocaron la alerta después de 38 minutos, de acuerdo con reportes de los medios, y luego dijeron que el mensaje salió debido a un error humano. Pero en medio de la alta tensión con Corea del Norte, algunos hawaianos y turistas pensaron que su vida podría terminar en la siguiente hora.
En la Universidad de Hawaii en Honolulu, los estudiantes que viven en los dormitorios fueron a la cercana casa del director de los Ministerios Colegiados Bautistas (BCM) Arjay Gruspe cuando recibieron la alerta. Él los guio a refugiarse en las oficinas de BCM, que están parcialmente bajo tierra, hasta que se les dio el aviso de que el peligro había pasado.
El director asociado de BCM, John Allison le dijo a Baptist Press que su primer pensamiento fue llamar a sus padres en Oklahoma. Entonces pensó en un amigo japonés que había estado de acuerdo el día anterior en comenzar a estudiar la Biblia pero no había recibido a Cristo como Salvador y Señor.
“Oré: ‘Señor, no permitas [que él] muera para que todavía pueda oír de Jesús,'” dijo Allison. “Yo había compartido el evangelio con él antes, pero esto [la amenaza del misil] lo hizo inmediatamente real.”
Craig Webb, director ejecutivo asistente de la Convención Bautista del Pacífico de Hawaii (HPBC), justo terminaba de lavar el carro cuando un vecino le trasmitió la alerta. Webb llamó a la familia de un colega de HPBC, quien estaba fuera del estado, para indagar sobre ellos y orar con ellos. Él dijo que sentía “paz” y no se dio cuenta sino luego “cuán alterados estaban todos los demás.”
Ese mismo día más tarde mientras hacía senderismo con unos estudiantes internacionales, Webb usó la experiencia para dar testimonio del evangelio.
“Compartí con ellos mi experiencia acerca de la paz que tuve,” dijo Webb, “sabiendo eso, que realmente podemos ser vaporizados o morir de un modo o de otro, debido a la sangre que Jesús derramó y al recibir el regalo gratuito de su salvación, pasaremos la eternidad con él.”
Andrew Large, pastor de la Iglesia Bautista Waikiki en Honolulu, le dijo a BP que tuvo la intuición poco después de recibir la alerta de que podría ser una falsa alarma. Cuando los miembros de la iglesia lo contactaron en busca de consejería, les dijo que se quedaran donde estaban en vez de precipitarse a lo que ellos percibían como lugares seguros.
Una miembro de la Iglesia Bautista Waikiki estaba al teléfono hablando con su hermana en el continente después de que la alerta sonó. Cuando la llamada se cayó, su hermana temió que ella había muerto, dijo Large. No obstante, se reconectaron minutos después.
Large planea usar la falsa alarma como una oportunidad de evangelismo en los días por venir.
“Se nos ha dado una manera fresca de hablar de: ‘¿Qué le podría haber pasado a usted si estuviera en la zona de impacto y muriera?’ Todo el mundo está hablando de eso. Así que, en el curso de la discusión, nos da la manera de traer a Cristo a colación,” dijo Large.
El pastor de Kentucky y profesor del Seminario Teológico Bautista Southern, Hershael York estaba vacacionando con su esposa y con su mamá de 85 años en la gran isla cuando sonó la alerta.
“Cada uno de nosotros respondió de forma diferente,” York, pastor de la Iglesia Bautista Buck Run en Frankfort, Ky., le dijo a BP por correo electrónico. “Mi madre continuó poniéndose el maquillaje, menos preocupada que si hubiera recibido la noticia de que podría llover.” York razonó pensando en lo que podría pasar en los minutos venideros con “completa confianza en el Señor de que él estaría con nosotros no importaba qué.”
La esposa de York, Tanya también “tuvo una calma y serenidad increíbles, pero se le ocurrió que en cosa de momentos estaríamos viendo a Jesús,” dijo York. Así que envió un mensaje de texto a sus hijos y a las familias de sus hijos manifestando: “Acabamos de recibir la amenaza de la llegada de un misil balístico a Hawaii … podría ser real … ¡los amo intensamente y sean fieles y los veré en el Cielo!”
Allison, de la Universidad de Hawaii BCM, dijo que él quería contactar a muchos seres amados durante los momentos en los que pensó que podrían ser sus últimos, pero no tuvo tiempo.
“Me hizo darme cuenta de que quiero estar diciéndoles cada día a las personas que me importan y que los amo,” dijo Allison.

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  • Por David Roach