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Pastor de San Juan sirve comidas y el evangelio después de María


SAN JUAN, Puerto Rico (BP) — Hambrienta y sedienta dos semanas después de que el huracán María diezmara Puerto Rico, la adolescente se aproximó adonde el plantador de iglesias bautistas del sur Johnny Báez servía arroz, frijoles y agua filtrada.

“Tengo hambre y no tengo nada en casa,” le dijo ella a Báez, “y solo comencé a caminar para ver si encontraba algo de comer.”

Báez compartió la historia de la joven con Baptist Press por teléfono el 6 de octubre, y relató que la persuadió de aceptar una comida en su iglesia planta, Iglesia Bautista de la Familia en Santurce. Báez dijo que la joven pensó que iba pobremente vestida y se sintió muy “avergonzada…de entrar a una iglesia.”

La historia de ella es solamente una en la comunidad de Santurce, una de las más pobres de San Juan. La isla continúa devastada después de que el huracán María la golpeara el 20 de septiembre con vientos de 253 kph en una categoría de huracán 5. Aunque el número oficial de víctimas es 36, los directores de funerarias allá dicen que la cuenta de fallecidos debiera incluir docenas más, reportó hoy week.com.

El pastor bautista del sur Félix Cabrera, miembro de la Alianza de Pastores Hispanos Bautistas (HBPA por sus siglas en inglés) que lidera el concejo, estuvo en San Juan el 30 de septiembre para ayudar. La Junta de Misiones Norteamericanas (NAMB por sus siglas en inglés) líderes y voluntarios de Envía Alivio comenzaron a llegar el domingo 8 de octubre.

“Yo sé que están tratando de hacer lo mejor para ayudar,” dijo Cabrera de Envía Alivio. “Al mismo tiempo, nuestros esfuerzos como pastores e iglesias de HBPA en el continente son ayudar a los pastores e iglesias en la isla. Estamos desesperados por tener comida en nuestras iglesias para comenzar a servir comida caliente en las comunidades.”

En cooperación con el ministerio Come Over con sede en Hollywood, Florida, un alcance internacional de plantación de iglesias dirigido por el colombiano Martín Vargas, la HBPA ayudó a suplir 12 generadores eléctricos para las iglesias. Vargas reclutó Banyan Air Service y otras compañías de jets privados para que transportaran los generadores, dijo Cabrera.

“Desafortunadamente, ahora mismo tenemos otros generadores para iglesias, asilos de ancianos, además de comida y agua, atascados en Ft. Lauderdale,” dijo Cabrera, “pero no hemos encontrado jets que los transporten a Puerto Rico.”

Cabrera estimó que hoy (9 de octubre) la electricidad ha sido restaurada en solamente el 12 por ciento de la población.

“Tenemos dos [tipos de] Puerto Rico – el área metropolitana y el resto de la isla,” le dijo a BP hoy a través de Facebook messenger. “El área metropolitana está regresando a…lo normal pero el resto de la isla está sin electricidad, agua, comida, medicinas, etc. La gente está tratando, está trabajando duro para salir adelante,” dijo Cabrera, quien pastorea la Iglesia Bautista Central en Oklahoma City, Oklahoma. La red de plantación de iglesias Red 1:8 de la iglesia ha dado a luz dos nuevas iglesias en Puerto Rico entre 30 internacionalmente, de acuerdo con RED18.org.

“Después del huracán María, mi pueblo es como el pueblo de Israel,” dijo Cabrera. “El remanente, los que sobrevivieron a la cautividad allá en la provincia,” citó Nehemías 1:3, “están en gran aflicción y oprobio, y la muralla de Jerusalén está derribada y sus puertas quemadas a fuego.”

Cabrera, quien trabaja con Vargas y las iglesias bautistas allá, espera abrir temporalmente los “Centros Ayuda y Esperanza” en 12 iglesias, dijo, para servir cenas calientes.

“Muchas de nuestras iglesias sufrieron daño. Muchos de nuestros pastores perdieron sus casas o han sufrido daños en ellas,” dijo Cabrera. “Los miembros de su iglesia están en gran necesidad y muchos en nuestras comunidades están esperando ver la iglesia levantarse y servir a aquellos en necesidad.”

Hoy, la iglesia planta de Báez en Santurce fue la única iglesia bautista del sur que ofreció comidas calientes. Abierta desde el 1º de octubre, la iglesia tenía la esperanza de servir 500 comidas la primera semana, le dijo Báez a BP el 12 de octubre.

Los residentes son expertos en adaptarse a la adversidad, dijo Báez, y se sienten bendecidos de comer una comida al día.

“Se sienten bendecidos porque por lo menos están vivos, y recuerdan que este fue un huracán que golpeó toda la isla. No hay un rincón en esta isla que no fuera destruido o afectado,” dijo, y sus palabras se cortaron por sus repentinas lágrimas. “Pero estamos vivos, estamos vivos. Dios protegió vidas. Ellos (los sobrevivientes) dicen que no tenemos comida, pero por lo menos estamos vivos.”

Al trabajar sin ayuda del gobierno, dijo Báez, él recibe pequeñas donaciones de arroz y frijoles de los sobrevivientes. Un filtro donado de dos galones hace potable el agua de los hidrantes.

Báez, quien creció en Puerto Rico, señaló: “Todos están esperando las donaciones que vienen de los Estados Unidos, pero no las hemos recibido todavía.”

“Pero la gente en Santurce no está comiendo, comen pan una vez al día y sin agua,” le dijo Báez a BP.

Para comprar comida en los pocos supermercados que han reabierto, los residentes deben hacer fila hasta cuatro horas para comprar pequeñas porciones limitadas, dijo Báez. Esperar en las filas de los supermercados lo aleja del ministerio de alimentación, donde también puede ofrecer la esperanza del evangelio.

“Creo que la mejor manera [de proveer comida], era pedirles a todos que dieran un poquito, un poquito, y así es como lo hacemos,” dijo Báez, quien trabaja con un grupo de pastores del área de diferentes denominaciones. “Y tenemos gente de todos lados; los pastores…llegan de lejos para traerme arroz, tres libras, cinco libras, y así es como lo estamos haciendo ahora. Ellos van a los supermercados, compran un poquito, lo traen y nosotros lo cocinamos.”

“Poquito a poquito,” señaló Báez, las comunidades obtendrán la ayuda que necesitan.

María es la cuarta tormenta y el tercer huracán categoría 4 en golpear EE.UU. y sus territorios este año. La última tormenta, categoría 1 llamada Nate, azotó las costas del golfo de Louisiana y Mississippi el 7 y 8 de octubre, desatando fuertes lluvias y vientos. Las pérdidas por la estación de huracanes 2017 totalizará más de $350 billones, 11 veces el promedio de los pasados cinco años estimó el presidente de Accuweather.com, Joel N. Myers.

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  • Por Diana Chandler

    Diana Chandler es escritora y editora de asignación general de Baptist Press. BP reporta sobre misiones, ministerio y testimonio llevados adelante mediante el Programa Cooperativo y sobre noticias relacionadas con los intereses de los bautistas del sur nacional y mundialmente.

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