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En medio de la confusión de Charlottesville, los bautistas están activos en la extensión


CHARLOTTESVILLE, Va. (BP) — Cuando los supremacistas blancos de derecho alternativo y otros inundaron Charlottesville, Va., para protestar por la remoción de una estatua confederada, los bautistas del sur ya estaban activamente promocionando la armonía racial en la pequeña comunidad donde el exalcalde Alvin Edwards ha pastoreado 36 años.

Edwards, pastor de la Iglesia Bautista Mount Zion First African y miembro de la Asociación General Bautista de Virginia (BGAV por sus siglas en inglés), ya había organizado el multidenominacional Colectivo Clerical Charlottesville para edificar la unidad entre los líderes religiosos en la ciudad y la región del condado Albermarle.
Un día después de la protesta del 12 de agosto que dejó tres muertos y otros 19 heridos, Mount Zion copatrocinó un culto de adoración con la Iglesia First Baptist de Charlottesville, al que asistieron el gobernador de Virginia, Terry McAuliffe, otros líderes políticos, clérigos y miembros laicos. First Baptist, en 632 W. Main St., fue la primera congregación negra en el área en comenzar a cooperar con la CBS, a partir de 1979.
McAuliffe se dirigió a una multitud multiétnica durante el culto de adoración del 13 de agosto y dirigió a los congregados en un minuto de silencio por los fallecidos: la contra manifestante de 32 años Heather Heyer y los dos policías estatales de Virginia que murieron en la línea del deber durante la protesta; su helicóptero se estrelló durante un video de vigilancia. Los fallecidos son el teniente de 48 años, H. Jay Cullen, y Berke M.M. Bates de 40 años.
“Tan duro como fue ayer, y lo fue, esta es una oportunidad para todos nosotros de mostrarle al mundo quiénes somos,” dijo McAuliffe durante el servicio. “Nosotros tenemos supremacistas blancos, neonazis, que entran a nuestra hermosa ciudad, con armas — armas semiautomáticas — que caminan de arriba para abajo en nuestras calles. Llegaron para herir, no hay duda de ello … Yo no solamente digo que se vayan, que se vayan de la ciudad de Charlottesville, que se vayan del estado de Virginia, yo les diría que se fueran de los Estados Unidos de América.”
Hoy, Edwards dio las palabras de elogio en el servicio conmemorativo de Heyer a las 11 a.m. (hora del este) en el Teatro Paramount de Charlotteville. Al leer el Salmo 90:12, Edwards le dio gracias a Dios por el legado de justiciar social de Heyer y animó a los asistentes a hacer que cada día cuente mientras vivamos en la tierra.
“No es cuánto (vivan), es lo que hacen mientras viven,” dijo Edwards. “Necesitan aprender de ella … hacer que cada día cuente, porque ella vivió su vida apoyando y creyendo y teniendo un valor que la capacitó para pelear por la justicia y la rectitud.”
Edwards instó a los dolientes reunidos a comportarse diferente a aquellos cuyas protestas por la remoción de la estatua resultaron en violencia mortal.
“Sí, odiadores aquí estamos, y sí, no los queremos aquí,” dijo, “pero necesitamos tomar un camino más elevado, y necesitamos dejarles saber que las tres vidas que se perdieron este fin de semana no serán en vano.”
Edwards, quien fungió como alcalde de Charlottesville de 1990 a 1992, fue testigo de la protesta del fin de semana desde su carro cuando abandonaba la Universidad de Virginia, donde tenía programado hablar antes de que se declarara el estado de emergencia. Aquellos que protestaban por la remoción de la estatua llevaban una variedad de armas, le dijo Edwards a WUSA9-TV en una entrevista publicada en YouTube el 14 de agosto.
“Cuando yo conducía por la Water Street, justo vi a los neonazis y a los supremacistas blancos con sus armas automáticas y varas, y vi eso al principio,” dijo Edwards. “Ellos no vinieron para tener una demostración pacífica. Vinieron listos para pelear y provocar a la gente a pelear.”
Entre las armas, dijo Edwards, había “latas llenas de concreto, botellas llenas de orines, tenían aerosoles de pimienta,” dijo. “Yo no estaba cerca de ellos, solo pude verlos.”
Una multitud multiétnica había llenado la First Baptist para el culto comunal del amanecer a las 6 a.m. el día de la protesta, con el filósofo historiador Cornell West de la Universidad de Harvard como orador invitado. Luego, West se tomó de los brazos con los líderes religiosos y los creyentes para marchar hacia Emancipation Park, donde la estatua del general confederado Robert E. Lee está y se planea remover. El grupo cantó himnos y oró.
Aunque First Baptist está en medio de una búsqueda pastoral, la oficinista de la iglesia, Betty Brooks hoy le dijo a BP que cerca de 100 o más asistieron tanto al culto del amanecer del 12 de agosto como al culto del 13 de agosto.
“Estamos dejando a Dios que nos guíe un día a la vez,” le dijo ella a BP. “Dios, guíanos un día a la vez.”
La protesta terminó en violencia. Un automovilista identificado como James Alex Fields se abrió camino de contra de manifestantes apuestos a los supremacistas blancos, mató a Heyer e hirió a otros 19 — a algunos críticamente — que marchaban en contra de la multitud supremacista blanca. Fields, de 20 años, fue arrestado y acusado de asesinato en segundo grado.
Heyer, oriunda de Ruckerville, Va., había trabajado como paralegal y como empleada de un café, de acuerdo con informes.
Los servicios para los servidores de la ley serán próximamente.

    About the Author

  • Por Diana Chandler

    Diana Chandler es escritora y editora de asignación general de Baptist Press. BP reporta sobre misiones, ministerio y testimonio llevados adelante mediante el Programa Cooperativo y sobre noticias relacionadas con los intereses de los bautistas del sur nacional y mundialmente.

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