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SEMANA DE ORACIÓN: Misiones con un espíritu ‘a como dé lugar’


[SLIDESHOW=39713,39717,39714,39716]NOTA DEL EDITOR: La Semana de Oración por las Misiones Norteamericanas, del 1º al 8 de marzo, y la Ofrenda de Resurrección Annie Armstrong proveen sostén a los misioneros que sirven a nombre de los bautistas del sur en Norte América. Con una meta de $60 millones, el tema de la ofrenda de este año es Envía Norte América.” Para obtener más información, visite AnnieArmstrong.com.

CHICAGO (BP) — Gabriel Revilla recuerda un “momento Nike” cuando su colega pastor en Miami se le acercó con una pregunta.

“¿Qué piensas sobre reclutar un equipo real de estudiantes y permitirles venir a Miami a alcanzar a los perdidos aquí?” le preguntó Gus Hernández, pastor colegiado de la Iglesia Bautista Christ Fellowship, a Revilla.

La pregunta no era ni pequeña ni hecha al azar. Hernández conocía el corazón y el potencial de Revilla para el liderazgo en el ministerio.

Revilla aceptó el reto y decidió “Solo hazlo.”

Hernández conectó a Revilla con GenSend (Generación Envía) de la Junta de Misiones Norteamericanas que desafió a Revilla a dejar su zona de confort en Miami para aprender a ser un misionero en otra ciudad importante.

Ir a lugar nuevo a través de la iniciativa GenSend de NAMB le resultó atractivo a Revilla. “Tenía mucha curiosidad por saber lo que Dios estaba haciendo en otras ciudades además de en Miami,” dijo Revilla sobre las seis semanas de oportunidad en el verano de 2014.

A través de la Iglesia Bautista Christ Fellowship, Revilla había adquirido exposición a las misiones en Miami. La iglesia regularmente auspiciaba un campamento misionero en el cual todos sus siete planteles se reunían para servir en la ciudad de Miami durante toda una semana en el plantel del centro de la ciudad.

“Si no puedes hacer discípulos donde vives actualmente,” dijo Revilla, “creo que será extremadamente difícil hacer discípulos en un ambiente en el que no estás familiarizado con la lengua y la cultura; así que la misión comienza en donde estás ahorita mismo.

“Las misiones son importantes,” dijo, “porque cuando nuestro corazón está en Dios, entonces nuestro corazón está en las naciones porque Dios está en las naciones.”

Los viajes misioneros internacionales a Haití y a la República Dominicana también han aumentado su entendimiento de lo que Dios está haciendo más allá de Miami.

“Soy un tipo de ciudad, me crié en Miami toda mi vida,” dijo Revilla. Aventurarme fuera de EE.UU. “para ver lo que Jesús está hacienda en esos dos países fue increíble.”

Sin embargo, se dio cuenta: “Aquí estoy viajando por el mundo, y ni siquiera sé lo que está pasando en mi propio país afuera de Miami.”

Revilla asistió a una conferencia de líderes de Próxima Generación en Nashville a principios de junio de 2014 que lo ayudó a prepararse para una subsiguiente asignación en Chicago y en Miami en 2015.

“Comencé a darme cuenta de que hay mucho más que el evangelio,” dijo Revilla.

Amor por la ciudad de los vientos

“Solo puedes leer mucho hasta que realmente hagas algo,” dijo Revilla. “Llegué aI aeropuerto O’Hare [de Chicago] pensando que yo podía hacer esto,” pero “fue interesante ver cómo Dios me hizo doblegarme al mostrarme que ese viaje significaba amar a la gente e intencionadamente cuidar a las personas — porque ellos son personas no solamente un objetivo. Así que fue grandioso ver a Dios reajustar mi manera de pensar.”

El equipo de Revilla vivió en Edgewater, la parte más al norte de Chicago que incluye la Universidad Loyola, la mayor parte de la inmersión de seis semanas — hogar de estudiantes y de montones de gente establecida y acaudalada.

En la orilla del lago Michigan, Edgewater recibe todo el efecto del viento que llega del agua. La comunidad también representa el efecto total de la diversidad de EE.UU. Devon Street (la calle Devon), que se adjudica ser la más diversa del país, está llena de tiendas hasta Wrigleyville donde los Cachorros de Chicago juegan en el venerado Wrigley Field.

Al igual que otros misioneros de GenSend, la asignación de Revilla ha sido caminar por las calles y contactar gente. NAMB diseña GenSend como parte de su estrategia Envía Norteamérica para ayudar a la generación de estudiantes universitarios bautistas del sur a desarrollar un corazón por las principales áreas metropolitanas donde la mayoría de la nación vive. Chicago y Miami son dos de las 32 ciudades Envía Norteamérica.

“Tú aprendes a vivir en la ciudad, y dejas que la ciudad te cambie,” dijo Revilla. “Tú descifras el ritmo de la ciudad, el flujo y las mareas.”

Un lugar donde Devon Street y el café cubano desembocan es un restaurante llamado La Única. Revilla es cubano, y durante el verano estableció relaciones con los empleados de La Única y pudo compartir su fe en Cristo.

En la calle, Revilla descubrió que ser fan del Capitán América le abría puertas cuando llevaba puesta las camisetas del Capitán América. En los alrededores de Wrigleyville, llevaba la gorra de beisbol de los Marlins de Miami, que lo guiaba a conversaciones con los fanáticos cubanos. Él también es bueno en el monopatín; así que compró uno en Chicago y conoció gente cuando patinaba.

Aunque tuvo éxito en conocer gente, “Me desanima ver el quebrantamiento y que la gente no quiera hablar. No saben quién es Jesús, y aun así no quieren hablar,” dijo Revilla. “La urgencia es extremadamente abrumadora.”

Revilla dijo que Chicago parece reflejar los mismos desafíos que Miami, donde un estimado de un 96 por ciento de miamenses no tienen una relación personal con Cristo.

“La gente está perdida aquí,” dijo de la ciudad de los vientos. “La gente no sabe quién es Jesús.”

Ahora, al haber experimentado misiones en dos áreas urbanas, Revilla ha desarrollado convicciones acerca de las misiones en las más grandes ciudades de EE.UU.

“Si cambias una ciudad, puedes cambiar el mundo,” dijo. “Soy un firme creyente de eso. Las ciudades impactan todo lo demás.”

Revilla movilizará un equipo de GenSend este verano para encontrarse en Miami y aprender a ministrar allá.

“La razón para hacerlo no es porque es otro viaje misionero más,” dijo Revilla, quien aspira a ser un ministro colegiado. “Es la clase de experiencia misionera que te permite ver dónde está tu corazón, darte cuenta cuán importante es la gente.”

La meta de la Ofrenda del Domingo de Resurrección Annie Armstrong 2015 de la Junta de Misiones Norteamericanas es de $60 millones. Para saber más acerca de la Semana de Oración, la Ofrenda del Domingo de Resurrección Annie Armstrong y cómo su iglesia puede ser movilizada para hacer retroceder la perdición en Norte América, visite www.anniearmstrong.com.

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  • Por Jim Burton