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COMPENDIO CULTURAL: Los estadounidenses creen que los niños necesitan a ambos padres, dice un estudio


NASHVILLE, Tenn. (BP)–Un estudio reciente encontró una mayor aceptación de casi todos los tipos de familias no tradicionales en los Estados Unidos, excepto en el caso de las madres solteras, sobre el cual la mayoría de los encuestados dijeron que es dañino para la sociedad.

Según señaló el diario The Washington Post, dos décadas después de que por la televisión la serie Murphy Brown causara un alboroto público al tener un hijo sin contar con un esposo, muchas personas todavía no aceptan tal escenario.

El diario mencionado dijo que la encuesta, publicada en febrero por Pew Research Center, ilustra el dramático cambio en las actitudes desde un pasado no tan distante cuando la familia típica era una pareja casada con hijos y los demás tipos de familias eran considerados anormales.

Pew dijo que el público estadounidense está dividido en sus opiniones acerca de los cambios en la estructura de la familia estadounidense según se han desplegado en los ´últimos 50 años. Cerca de un tercio generalmente acepta los cambios, otro tercio los tolera aunque son escépticos, y el otro tercio los considera malos para la sociedad, informó Pew.

Se consideraron siete tendencias: más parejas no casadas criando hijos, más parejas homosexuales criando hijos, más mujeres solteras teniendo hijos sin tener un esposo para ayudarles a criarlos, más personas viviendo juntas sin casarse, más madres de niños pequeños trabajando fuera del hogar, más personas de diferentes razas casándose entre ellos, y más mujeres que nunca han tenido hijos.

Pew dividió a los encuestados en tres categorías: Aceptadores, Rechazadores y Escépticos.

“En general, un pequeño porcentaje de los Aceptadores, Rechazadores y Escépticos dice que cualquiera de las siete tendencias ha sido ‘buena para la sociedad.’ Pero los tres grupos difieren muchísimo en cuanto a que cada uno de estos cambios ha sido malo o no ha tenido un impacto significativo,” dijo Pew.

“Quizás las diferencias más pronunciadas se dan en las actitudes hacia ser madre soltera, según los dos grupos más tolerantes. Virtualmente todos los Escépticos (99 por ciento) dijeron que el aumento de madres solteras es malo para la sociedad,” informaron los investigadores. “En contraste, casi el noventa y nueve por ciento de los Aceptadores dicen que el aumento de madres solteras no ha marcado una diferencia (74 por ciento) o que es algo bueno para la sociedad (13 por ciento).”

Ambos grupos formarían uno solo basado en sus respuestas, dijo Pew, de no ser por la pregunta sobre ser madre soltera, ya que sus respuestas a los otros tipos de familias fueron muy similares.

Pew dijo que practicar alguna religión producía las diferencias más significativas en las opiniones, con más de la mitad de aquellos que asistían a servicios de alabanza una vez por semana o más cayendo en la categoría de los Rechazadores. Los adultos que raramente o nunca van a un servicio de alabanza tienen más del doble de probabilidades de caer en el grupo de los Aceptadores.

“Las madres que trabajan fuera del hogar fueron aceptadas por casi todos,” dijo Andrew Cherlin, un sociólogo de la John Hopkins University, ante The Washington Post. “Un padre y una madre no casados son tolerados o aceptados. Pero muchas personas, incluyendo a los mismos padres o madres solteros, cuestionan a las familias que sólo cuentan con uno de los padres. Sigue habiendo una fuerte creencia de que los niños necesitan a sus dos padres.”

UN JOVENCITO SE NIEGA A LUCHAR CONTRA UNA JOVENCITA — Joel Northrup llegó a ser noticia recientemente luego de negarse, por convicción, a pelear contra una jovencita durante el campeonato estatal de lucha, incluso cuando le costaría perder una buena oportunidad de conservar el título por el cual había entrenado tan duro y por tanto tiempo.

Northrup, un jovencito de preparatoria, educado académicamente por sus padres en su casa, y cuyo padre es un ministro pentecostal, no se presentó en la primera ronda del campeonato estatal de lucha en Iowa cuando se programó que peleara en contra de una de las dos únicas jovencitas que lograron participar en el concurso.

“Tengo un respeto enorme por Cassy y Megan y por sus logros,” dijo Northrup en una declaración. “Sin embargo, la lucha es un deporte de combate y a veces puede llegar a ser violento. Por conciencia y por mi fe no creo que sea apropiado que un jovencito se enfrente a una jovencita de esta manera. Desafortunadamente me han puesto en una situación que no se ha visto en la mayoría de los deportes en Iowa.”

Los expertos nacionales rápidamente se abalanzaron sobre la decisión de Northrup diciendo que era un desaire para las jovencitas que se habían ganado el derecho de pelear contra los jovencitos en el mismo torneo. Le llamaron “enormemente equivocado” y le caracterizaron como un joven que teme tocar a una jovencita.

Pero R. Albert Mohler Jr., presidente del Southern Baptist Theological Seminary, dijo que ante todo la gran injusticia es haber puesto a Northrup en esa situación.

“Esto es una locura disfrazada de competición atlética. La controversia sobre la competencia estatal de lucha de Iowa revela el hecho de que este debate representa un choque entre dos mundos y cosmovisiones,” escribió Mohler el 22 de febrero en su bitácora por internet.

“En un mundo –- el mundo que más y más exige la total exclusión de cualquier distinción entre los hombres y las mujeres — Joel Northrup es considerado un fanático religioso. En este mundo, tiene sentido que las niñas peleen contra los niños y que la sociedad deba celebrar este nuevo desarrollo como un hecho histórico en la lucha por liberarse de las limitaciones de los papeles de los géneros. Intentando subrayan aún más este punto, Bill Herkelman, padre de Cassy, dijo: ‘Ella es mi hijo. Siempre ella ha sido mi hijo.’

“En el otro mundo, Joel Northrup se ve como un jovencito con una conciencia valiente y noble –- un joven que no se presentó a una pelea con tal de no violar su consciencia. Las declaraciones ofrecidas por Joel y su padre se ven como momentos de claridad mental temporal en un mundo que se está volviendo cada vez más loco,” escribió Mohler. “La caballerosidad demostrada a costa de una pérdida personal para su hijo atleta debe ser algo digno de celebración, y reconocimiento como un joven profundamente enraizado en las convicciones cristianas—convicciones sobre el género, la modestia, el tratamiento de las niñas y de las mujeres, de ser propio, decoroso y tener pureza sexual.”
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Erin Roach es una de las editoras asistentes de Baptist Press.

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  • Por Erin Roach