fbpx
Articulos en Español

MISIONEROS DE SEMANA DE ORACIÓN 2008: David y Shirley Proffitt


NOTA DEL EDITOR: Ésta es la quinta de ocho historias enfocadas en los misioneros de la Junta de Misiones Norteamericana (NAMB, por sus siglas en inglés) como parte de la Semana de Oración 2008 y la Ofrenda de Resurrección Annie Armstrong de la Junta de Misiones Norteamericana. La meta para la ofrenda Annie Armstrong 2008 es de $61 millones para apoyar a los más de 5,000 misioneros norteamericanos.

HARRISBURG, Va. (BP)–David Proffitt tuvo la visión de servir e iniciar iglesias en campus universitarios por medio de una fuente inusual: su hijo Aarón. David y su esposa, Shirley, siempre dieron a sus hijos, Aarón y Amy el ejemplo de un estilo de vida para el ministerio. Después de graduarse de la universidad, pasaron los siguientes 25 años iniciando y revitalizando iglesias en California. Así que no les sorprendió que cuando Aarón estudiaba en la Universidad James Madison decidiera iniciar un ministerio en el campus, el cual con el tiempo se convertiría en la Iglesia Aletheia.

“Es reconfortante ver que el hijo y la hija en los que he invertido tanto sirvan en el ministerio”, comenta David. De hecho, el trabajo de su hijo los inspiró tanto a él y a Shirley que decidieron unírsele. Salieron del sur de California hace siete años para iniciar iglesias en Virginia y recientemente se unieron a la Junta de Misiones Norteamericanas y la Convención Bautista Conservadora de Virginia como misioneros para la iniciación de iglesias universitarias.

Alcanzar a los estudiantes de James Madison es una labor de amor que toda la familia debe realizar. David y Shirley son los misioneros que salen al campus, hablan con los estudiantes y los invitan a su casa. Aarón sirve como pastor y líder de adoración junto con su esposa Ashlee. Amy y su esposo Jon también sirven como líderes de la iglesia.

La meta para el ministerio de David y Shirley es trabajar con los estudiantes para iniciar organizaciones en el campus que con el tiempo se conviertan en iglesias. Aletheia, de la palabra griega equivalente a “verdad”, ha crecido desde ser un pequeño ministerio en el campus hasta convertirse en una floreciente iglesia donde 400 estudiantes universitarios y familias jóvenes adoran juntos a Dios cada semana.

“Estamos iniciando iglesias viables”, asegura David. “Estas iglesias tienen un liderazgo sólido, apoyan al Programa Cooperativo y envían misioneros a otros lugares. Hacen discípulos, dan capacitación y enseñanza. La gente se casa, tiene hijos y el lugar se ha convertido en algo más que una iglesia universitaria”.

Algunos iniciadores de iglesias no quieren trabajar con estudiantes porque sienten que no son leales. No quieren invertir tiempo en ellos porque no se les ve muy seguido, pero David ha descubierto que la verdad es todo lo contrario. “Los estamos capacitando, dedicando tiempo a enseñarles y mostrarles cómo hacer práctico el ministerio”, dice. “Hemos descubierto que entre más invertimos en ellos, más se interesan, enfocan y comprometen”.

Invertir en las vidas de los estudiantes universitarios es de lo que se trata el ministerio de los Proffitt, y todo comienza entablando relaciones. El equipo de David consta de estudiantes, misioneros semestrales y misioneros del programa US/C2. Todos salen al campus a hacer evangelismo intencional. Van a los parques y tocan a las puertas sólo para iniciar conversaciones orientadas a Cristo. “La gente se abre mucho a la conversación, siempre y cuando uno cree primero una conexión con ellos al hablar de sus cosas. Finalmente se puede cambiar la conversación para hablar sobre las buenas nuevas”, asegura David. “Hemos visto a cientos de personas convertirse en cristianas con este método”.

Esta estrategia ha funcionado tan bien en James Madison que ya se están extendiendo a otras universidades. Acaban de crear una iglesia en la Universidad de la Mancomunidad de Virginia (Common Wealth University) y están formando un equipo para iniciar una iglesia en la Universidad Viejo Dominio (Old Dominion University). Otra meta para este año es empezar a sondear la apertura de Washington D.C. al ministerio.

David dice que su mayor alegría es ver que la gente acepte a Cristo y luego confíe en el ministerio. “Me encanta ver que la gente salga a la región, al país y luego al mundo a llevar a cabo la Gran Comisión”.

MISIÓN: Compartir a Cristo e iniciar iglesias entre los estudiantes universitarios de Virginia.

PETICIONES DE ORACIÓN: Ore para que Dios continúe dando a David una buena relación con los administradores universitarios. También ore por los misioneros semestrales y del programa US/C2 que sirven al lado de David y Shirley. Sobre todo, ore para que los estudiantes se abran al mensaje de Cristo.
–30–

    About the Author

  • Por el Staff